Hoy en día las evidencias clínicas nos sugieren que existen pocas medidas terapéuticas en la atención de salud con una efectividad similar al efecto de la terapia compresiva en el tratamiento de las úlceras venosas.
Tal como se ha podido constatar en una gran cantidad de trabajos de investigación, la terapia compresiva con cifras altas de presión mejora la evolución de las úlceras venosas y representa importantes mejoras en variables como la calidad de vida, disminución del dolor e incremento de las posibilidades de realizar las actividades de la vida diaria en los pacientes afectados de este problema de salud.
Para esto explicaremos inicialmente qué son los vendajes y posteriormente ampliaremos la información específicamente de los compresivos.
Los Vendajes consisten en la aplicación de una venda en diferentes partes del cuerpo con la finalidad de proporcionar soporte, inmovilizar o realizar compresión. Son tiras de distintos materiales según su función y con diversas anchuras (5cm, 10cm, 15cm) según la zona anatómica a vendar. Según el tipo de material pueden clasificarse en:
A su vez, según la función del vendaje se pueden clasificar en:
VENDAJE COMPRESIVO:
El grado de compresión producido por todo sistema de vendaje durante un periodo de tiempo viene determinado por las complejas interacciones entre cuatro factores principales: la estructura física y las propiedades elastoméricas del vendaje, el tamaño y la forma de la extremidad en la que se aplica, las aptitudes y la técnica de la persona que realiza el vendaje y la naturaleza de cualquier actividad física que realice el paciente.
Los vendajes compresivos, en el contexto de urgencias, se realizan en caso de contusiones más o menos importantes de partes blandas, así como para las heridas de cierta extensión y profundidad. Muchas veces se utilizan para lesiones de ligamentos leves, amputaciones y edemas.
Material para realizar vendajes compresivos
Se necesitan materiales comprimibles, suelen ser de algodón sintético, celulosa o vendas de esponja o foam y otro material que produzca compresión, como venda de gasa, venda de crepé, autocohesivas o elásticas adhesivas.
El ancho de la venda dependerá del miembro a inmovilizar y su perímetro. Para el antebrazo suelen utilizarse vendas de 7.5 o 10 cm, para el brazo de 10 cm, para la pierna de 10 o 15 y para la rodilla y muslo 15 cm.
Factores a tener en cuenta al momento de la fijación:
Modo de colocación
La inmovilización debe abarcar desde la raíz de los dedos hasta cubrir ampliamente la zona lesionada. Se colocan unas capas circulares de venda de algodón que se solapan entre la 1/2 y 2/3 de la anterior, protegiendo la zona antes con una malla circular.
La compresión debe hacerse desde la zona distal a la proximal. El número de capas dependerá de la compresión necesaria y del material utilizado.
Errores más frecuentes en la colocación de un vendaje compresivo: