La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. Se estima que más de 200 millones de personas sufren incontinencia en el mundo y en España más de 6 millones. En este artículo te presentamos 5 sencillos consejos para reducir los efectos de la incontinencia en adultos:
1.- Beber agua de forma equilibrada
Muchas de las personas que sufren incontinencia disminuyen la ingesta de líquidos para reducir la gravedad de la misma. Contrariamente, esta práctica causa más perjuicios que bienestar. La ingesta adecuada de líquidos es vital para el funcionamiento normal del tracto urinario y para la prevención de cálculos en los riñones y la vejiga e infecciones del tracto urinario.
La ingesta insuficiente de líquidos puede tener como consecuencia una concentración de orina con olor fuerte. Esta orina es muy irritante para la vejiga y puede derivar en una urgencia, frecuencia urinaria e incontinencia de urgencia. La orina diluida no irrita la vejiga y ésta puede retener fácilmente grandes cantidades de orina.
La cantidad necesaria varía esencialmente en función de la edad y el sexo. Por ejemplo, en el caso de los adultos la cantidad también varía según el sexo. Mientras que las mujeres deben tomar alrededor de 2 litros diarios, en el caso de los hombres esta cantidad aumenta hasta los 2,5 litros. Pero al hablar de ingesta de agua no se trata únicamente de agua propiamente dicha, sino de cualquier líquido que contenga agua o incluso del H2O que tomamos a través de la comida. De hecho se recomienda que un 75% - 80% de líquido provenga de las bebidas y un 20% - 25% de los alimentos.
Por otra parte, si se bebe demasiada agua, aumentará la urgencia de ir al baño y si no es posible disponer de éste y se retiene puede derivar en una vejiga hiperdistendida que puede perder elasticidad. Esto puede predisponerle a infecciones y pobre vaciamiento de la vejiga.
2.- Buenos hábitos en la evacuación
Tener buenos hábitos de micción y evacuación incluye el uso del baño en forma regular, cada 3 a 6 horas, con un volumen de orina no superior de 400 a 600 ml. La mayoría de las personas sienten gran urgencia de miccionar alrededor de 400 ml y deberían reaccionar frente a esta urgencia. Por lo general, las personas mayores tienen una capacidad vesical un poco más pequeña debido a los cambios normales que surgen con la edad. Por este motivo, las visitas al baño cada 2 a 3 horas son más razonables.
La retención de la orina puede provocar debilitamiento de la vejiga, derivando a un pobre vaciamiento de la vejiga. Por el contrario, vaciar la vejiga con demasiada frecuencia puede disminuir a largo plazo la cantidad de orina que su vejiga puede retener fácilmente.
Por lo que si la evacuación es demasiado escasa o con demasiada frecuencia debemos analizar qué aspectos podemos cambiar para normalizarla.
3.- Ejercicios de Kegel
Los ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo, más conocidos como ejercicios de Kegel son unos movimientos destinados a fortalecer los músculos del suelo pélvico (que existen en los hombres y en las mujeres). Fueron creados en la década de 1940 por el médico ginecólogo Arnold Kegel, de quien toman su nombre, como un medio para prevenir y solucionar la incontinencia urinaria en mujeres tras el parto.
Poco a poco se fue descubriendo que los ejercicios de Kegel podían servir para mucho más que para tratar la incontinencia urinaria después del parto, trabajar el suelo pélvico nos permiten un mayor control de esta musculatura e incrementar su fuerza y resistencia. De esta manera, los ejercicios de Kegel están recomendados para la prevención de una posible incontinencia urinaria futura y para minimizar el efecto en las personas incontinentes.
4.- Reducir/ Eliminar la ingesta de Alcohol y el consumo de Tabaco
Algunos alimentos y bebidas pueden irritar la vejiga y derivar en incontinencia de urgencia.
Además de ser un agente irritante para la vejiga, el alcohol en bebidas fuertes, cerveza y vino aumenta la micción y disminuye la conciencia necesaria para orinar hasta que la vejiga está llena. Esto aumenta el riesgo de incontinencia debido a que la urgencia para miccionar puede ser más intensa y difícil de controlar.
Por otra parte, el tabaco incluye un alto riesgo de dañar el esfínter urinario en la base de la vejiga debido a la tos crónica. Este esfínter controla la micción y es necesario para prevenir la pérdida involuntaria de orina. La tos crónica puede debilitar y dañar el esfínter y derivar en incontinencia.
Una segunda consecuencia de fumar es la irritación de la vejiga por los subproductos del tabaco. El resultado es urgencia y frecuencia urinaria.
Una tercera consecuencia es un notable aumento en el riesgo de cáncer de la vejiga. La aparición repentina de urgencia y frecuencia urinaria de la vejiga o sangre en la orina debe investigarse a la brevedad. Al dejar de fumar, mejora la probabilidad de evitar la incontinencia y los problemas derivados del tabaco puede solucionarse más fácilmente.
5.- Controlar el peso
El exceso de peso se asocia con el aumento de riesgo de incontinencia. Esto se debe a que el peso excesivo ejerce presión en los músculos del suelo pélvico que sostienen la vejiga y la uretra. La pérdida de peso puede reducir la gravedad de incontinencia.
Un programa para bajar de peso de forma saludable es un componente importante de un programa para tratar la incontinencia.
Un aliciente más para perder peso.